2021 se presenta completamente diferente al año pasado, se está produciendo mucho actualmente. Pongo un ejemplo personal: estoy en la preproducción de una propuesta para filmarse en unos tres a cuatro meses y no hay equipo técnico disponible. A ese nivel está el volumen de producción audiovisual en este momento, entre películas y series.
Siento que es una nueva época, en la que todo se está barajando y dando todo de nuevo, aunque aún no sabemos ni las reglas nuevas ni cuál es el nuevo juego; la pandemia pegó muy fuerte en todo el entramado productivo, industrial y cultural y lo audiovisual está en todas esas ramas.
El Incaa, como actor esencial de la producción nacional, aún está detenido intentando administrar la falta de financiamiento del sector de cuando estuvieron los cines cerrados, y aún no toma medidas fuertes en este nuevo panorama. Es muy necesario que comience a actuar y a marcar las pautas del fomento del sector por el lado de lo que está amparado dentro de la ley nacional del cine y con la iniciativa de la creación del fondo audiovisual para ampliar y albergar a todo el sector.
Todo lo que no se filmó el año pasado se fue acumulando y ahora, de alguna manera, se abrió la puerta a partir de los protocolos sanitarios estrictos que se están cumpliento en cada rodaje, y con la plata que consiguió el Incaa del Gobierno, que otorgó $500 millones para la producción directamente. Junto a esto se dispuso una distribución del dinero diferente a lo que era habitual, en sólo dos cuotas para cada película y eso generó que mucha gente saliera a rodar los guiones que se pararon al inicio de la cuarentena y otros que evolucionaron o progresaron administrativamente durante la pandemia dentro del Incaa.
Con las plataformas de streaming pasa lo mismo: están produciendo mucho este año, con algunas cosas que ya se terminaron; otras que están en plena producción y varias que estamos en preproducción, como es mi caso. El volumen es enorme, con la certeza que tenemos este año de que, a pesar de todas las restricciones que significa estar en el rodaje con barbijo, la desinfección constante y los controles médicos, con el incremento presupuestario que cumplir el protocolo conlleva; lo mismo se está haciendo y con buenos resultados. Las dinámicas no cambian mucho en el set en términos de tiempo de realización, pero sí se estira todo lo previo a comenzar a filmar y aumentaron los costos (por los cuidados sanitarios) entre el 10% y el 20%, según las producciones.
Estamos encontrando una manera de continuar, a pesar de todo.